Hoy me apetecía hablar de un tema del que tengo noticia desde hace poco: los números duales.
Primero veamos lo que son. Sin entrar en demasiados tecnicismos, diré que estos números son una extensión de los números reales, de una manera muy parecida a la de los números complejos. Se trata números que se definen de la forma d=a+be, donde a y b son números reales y e es una “entidad” que cumple que . Y ya está.
Vale, ¿y por qué me parecen tan interesantes estos bichitos? Empecemos por ver cómo se opera con estos números.
Sobre la suma no merece la pena perder mucho el tiempo ya que se hace de la manera obvia. Son más interesantes la multiplicación y la división.
Multiplicación: ya que .
División: . Está claro que esto sólo tiene sentido cuando c no es cero.
Pero la pregunta se mantiene: todo esto, ¿para qué sirve? A ver si lo siguiente da una pista:
.
¿Se ve ya por dónde van los tiros? En el caso de que la respuesta sea negativa, veamos otro ejemplo. Consideremos la función: . ¿Qué ocurriría si evaluase f en a+e?
Pues sí, la parte dual del resultado es la derivada de la función f en x=a. Y esto es lo que hace que este tipo de números sean tan interesantes, al menos para mí. Ofrecen una manera de obtener derivadas que no adolece de los defectos y errores de otros métodos con un enfoque más numérico.